miércoles, 31 de diciembre de 2014

El arranque de una idea

Hace unos meses me quedé en el paro. Tras seis años de duro trabajo, el medio en el que escribía se fue al garete, dejando en la calle a otro buen puñado de periodistas. Afortunadamente, la mayoría de mis compañeros se pudieron recolocar en el sector rápidamente, una suerte que yo no corrí. Y es que, en mi caso, lo de encontrar un nuevo empleo se complicó un poco más.

Qué duro es ser cibermadre. PHOTO: Getty Images
Estaba embarazada. De pocos meses, sí, pero embarazada, y de mi segundo hijo, la pesadilla de cualquier empresario, que sustituye automáticamente la palabra 'EMBARAZADA' por la de 'BAJA', y la de 'MADRE' por la frase 'NO SE VA A QUEDAR A ECHAR HORAS NI AUNQUE SE LAS PAGUE'. En fin, ya nos ilustró hace unos meses la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, sobre lo que opinan los empresarios de contratar a embarazadas.

La presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol
 Total, que antes de empezar a buscar trabajo lo que hice fue tantear a los contactos que había conseguido en seis años de noticias y reportajes para que me tuvieran en cuenta y me aconsejaran. Además de renovar el curriculum, obviamente, la mayoría coincidía en dos cosas:

 - Necesitas potenciarte en Twitter-. Hecho
 - Es obligatorio que tengas un blog-. Ahí estaba mi tarea pendiente.

Empecé a diseñar una web propia y, mientras, renovaba mi curriculum y seleccionaba mis trabajos más relevantes, no hacía más que pensar: ¿Y de qué puedo escribir? Es difícil ser fresco y novedoso ante el maremagnum de blogs que podemos otear en la red. ¿Comentar las noticias de la semana? ¿Relacionarlas? ¿Transmutarlas? ¿Ser mordaz con los políticos? Todo eso está más que trillado.

- Deberías centrarte en algo muy concreto -, me decían. Sí, pero en qué.

Al final fue Miguel, mi pequeño retoño recién nacido, y su padre, los que me dieron la idea a través de una foto, que mi marido tituló 'Mamá 2.0' con cierta sorna (y que, por supuesto, reenvió a todos nuestros contactos de Whatsapp).

Ésta soy yo pocas horas después de dar a luz
Muchos pensarán que soy una madre horrible, que en vez de disfrutar de mi pequeño churumbel en sus primeras horas de vida me dedico a mirar el correo, las redes sociales, los mensajes instantaneos... incluso a jugar al Candy Proust (por decir algo al azar). No creo que sea la única. Las nuevas Tecnologías de la Información han variado los modos, las formas, las costumbres y las prioridades de una madre, que siempre girarán en torno a sus hijos, pero de forma muy distinta de como giraban en la época de nuestras madres.

No es que sea el colmo de la frescura y la novedad, pero de eso va a tratar este blog: de cómo las TIC han 'pervertido' algo tan puro y profundo como el 'amor de madre'; de cómo nos ayudan y desayudan; de cómo nos dejamos robar el tiempo y los momentos importantes... En definitiva, de los errores y los aciertos que las madres cometemos inducidas por la Red de Redes y todos sus secuaces.

Y que me perdonen los padres si me centro en el mundo femenino. Seguramente la mayoría de mis escritos se podrán trasponer al del progenitor masculino, pero hasta la fecha no he tenido experiencia como padre y no quisiera generalizar ni ofender. Espero poder tener material para dedicaros post sólo para vosotros.

Nos leemos, madres (y padres) de la Red.