viernes, 12 de junio de 2015

En busca de la conciliación perdida


No hay mejores prácticas en organización y gestión de tiempos que las que te da la maternidad/paternidad, sobre todo si no tienes una herencia multimillonaria o te ha tocado una Primitiva que te permita no ir a trabajar ni buscarte las castañas. Alucino con todas esas empresas que reniegan de contratar a mamás por pérdida de productividad, cuando en realidad lo que están perdiendo son valiosas empleadas que van a producir tanto o más que el resto en menos horas (siempre que busquen una jornada reducida, claro).

Para todas esas mamás (y papás) que se pasan el día haciendo encaje de bolillos para 'conciliar' lo más decentemente posible nació hace algo más de un año la iniciativa #mamiconcilia, una plataforma web promovida por Usúe Madinaveitia que recoge sus testimonios. En ese arranque se publicó un libro con las experiencias de 28 mamis directivas que han conseguido no ser esclavas 'full time' de sus respectivas empresas y se las han apañado para ver crecer a sus hijos. Y no sólo eso, sino también conseguir ciertos 'privilegios' para que sus equipos también puedan conciliar.



Un año (y muchos testimonios) después, #mamiconcilia ha publicado una segunda edición con historias variopintas de "madres azotadas por la crisis económica; otras que fueron discriminadas en el trabajo al comunicar que estaban embarazadas o despedidas al volver de la baja maternal, mujeres que encontraron una alternativa a la conciliación en el autoempleo o se reinventaron y emprendieron una aventura empresarial. Hay historias en las que la protagonista es la salud de los hijos, pero también la de los abuelos. Historias en las que el padre es pieza clave en una conciliación familiar corresponsable y otras historias en las que el peso de la familia recae en la madre porque el padre viaja o trabaja mucho. Hay familias en las que todo gira alrededor de los hijos y otras en las que, por decisión o necesidad, el trabajo escribe el argumento.
La mayoría de las participantes tienen dos hijos, aunque también hay historias de familias numerosas y de embarazos múltiples, así como varias con un solo hijo".

Me enorgullece decir que en esta segunda edición está la historia reciente de esta mamá que aquí os escribe. Los que me leéis a menudo ya sabéis de qué va;. Los que no la conozcan y les pique la curiosidad, podéis descargaros el libro en pdf o epub. Y a los que no os importe un carajo mi historia... bueno, descargarlo también, podéis aprender mucho de las experiencias de Sonsoles Ónega, Ana Hinojosa, Gabriela Tomassoni, Amaia Vitoria, Clarisa Pereira, Celia Ramón, Johanna Saldón, Eva Gascón, y otras muchas (además de algún padre) que han luchado por mantener su trabajo y ver a su familia a partes iguales.

¿Y LOS PAPÁS, QUÉ? ¿NO CONCILIAN?
#papiconcilia en la prensa andaluza
Pues sí, muchos son los que lo intentan pero con una situación algo diferente. Mientras que nosotras somos las que no ascendemos, las que vemos peligrar nuestro puesto de trabajo o somos despedidas cuando mostramos nuestra intención de ser madres o queremos reducir nuestra jornada laboral... ellos suelen ser los que renuncian a ver crecer a sus pequeños por falta de aceptación. Y es que la sociedad sigue sin ver con buenos ojos que sea el hombre el que se acoja a la reducción de jornada, o que se le caiga el boli a su hora de salida y no haga extras porque quiere disfrutar de su familia. De cara al público, la familia es una excusa y ese empleado lo que tiene es un morro que se lo pisa y pocas ganas de trabajar.

Para acabar con este establishment, #mamiconcilia también ha recopilado testimonios de muchos papás que le han dado a su carrera un giro que rompe con lo establecido para dar prioridad a sus pequeños. El movimiento #papiconcilia también existe y su máxima expresión se ha publicado en dos ebook que pueden descargarse de la misma forma que los de  #mamiconcilia.

Y APROVECHANDO QUE EL PISUERGA PASA POR VALLADOLID...
Esta ha sido una semana de mucha tralla para ésta nuestra comunidad. Cibermadre no hay más que una por fin ha dado el branding-salto a las redes sociales, y ya tiene espacio en Facebook, Twitter y Google+. Además ha entrado a formar parte de la comunidad de bloggers Madresfera. ¿Por qué tanto cambio? Pues porque parece que os gustan mis historias y ya tocaba independizarse de mamá Gema. Y porque así me planto en el III Encuentro de Madres Blogueras, organizado por Yo Dona y El Club de Malasmadres, que se celebra mañana sábado, 13 de junio, en Madrid, con algo más profesional y llamativo.

Imagino que os habréis percatado del cambio de look. Me he pasado los últimos días en el taller, dándole una buena mano de chapa y pintura al blog. ¿Qué os parece? ¿Demasiado morado? ¿Demasiado ostentoso? Se aceptan críticas, si son constructivas mucho mejor (por caridad, las destructivas me hacen llorar, que todavía tengo las hormonas a flor de piel).