lunes, 21 de noviembre de 2016

#GivingTuesday: Un día para dar



- Oye mamá, ¿qué es eso del B... Bl... Black Friday?- me preguntó el hijo tecnológico mayor tras encontrar en el montón de papeles de la mesa del salón una sugerente publicidad de no me acuerdo qué empresa. Ya sabe leer y escribir bastante bien, y no hay nada que le guste más que demostrarlo a todas horas.

- Es un día en el que todo es más barato para que la gente compre mucho- intenté explicarle de la manera más sencilla posible.

- ¡Pero si los Reyes Magos y Papá Noel están a punto de venir! ¿Por qué no se esperan un poco, le piden a ellos lo que les apetezca y se guardan el dinero para otra cosa? Se lo podrían dar a esos niños que no tienen para comer.

Qué ganas de comérmelo a besos cuando hace razonamientos de este tipo.

- Tienes mucha razón, hijo. Qué impacientes son algunos...

Y qué derrochadores. El año pasado sólo los españoles nos gastamos más de 1.400 millones de euros entre el #BlackFriday y el #CyberMonday (viva la cultura de la almohadilla), buen indicativo de que hay dinero para gastar y de que también debería haberlo para donar. Pero, por lo visto, en nuestro país somos muy de la Cofradía del Puño Cerrado: según el estudio Realidad del Socio en España 2015 de la Asociación Española de Fundraising (AEFR), sólo un 20% de la población, unos 7,5 millones de personas, aportaron en 2015 ayudas económicas de forma habitual a fundaciones y ONGs de apoyo social y medioambiental (y eso que con las ventajas fiscales que existen hoy en día para pequeñas donaciones uno se puede deducir más de la mitad de lo que aporta en la declaración de la renta).

El dato español representa una miseria en comparación con el 50% de media registrado en Europa. O con el 80% del Reino Unido. Unas cifras que tiran por tierra esa creencia de que los españoles somos muy solidarios (aunque en nuestra defensa habría que puntualizar que, según los expertos en la materia, sí que solemos ser especialmente generosos en crisis puntuales, como la catástrofe del tsunamí que arrasó Sri Lanka en 2004, o de forma informal, apoyando a amigos y familiares).

Para fomentar esa cultura de la filantropía y contrarrestar los efectos hiperconsumistas del #BlackFriday y el #CyberMonday, el mundo anglosajón creó en 2012 el #GivingTuesday, que se celebra el martes posterior al Día de Acción de Gracias (el próximo tendrá lugar el 29 de noviembre). Se trata de dedicar una jornada al año a fomentar el apoyo a proyectos puestos en marcha por fundaciones y ONGs avalados por expertos en economía social, bien en forma de donaciones económicas, bien en forma de voluntariados (porque el tiempo es oro, no lo olvidemos).

Otro de los objetivos es que esas donaciones o voluntariados se mantengan en el tiempo. Es decir: que no se hagan de forma puntual, sino que mes a mes aportemos nuestro granito de arena. Y, por último, también está la intención de 'captar' a las nuevas generaciones en tan loable tarea. Por eso el gancho en forma de hashtag. Por eso su incesante meneo vía redes sociales. Porque la gente joven ya no atiende a los medios tradicionales.

70 PAÍSES DONANDO UN MISMO DÍA

En España #GivingTuesday empezó a funcionar en 2015, aunque esa primera edición estuvo muy centralizada en Barcelona. Este año, proyectos y participantes están más repartidos: gracias al trabajo de las entidades organizadoras (que llevan desde febrero preparando esta fecha) la plataforma está dando visibilidad a 250 iniciativas dedicadas a la acción social y medioambiental, y aunque el día en cuestión aún no ha llegado, ya se puede donar. De hecho, ya se han superado los 30.000 euros, diez veces más de lo que se había recaudado en 2015.

Igual que España, otros 69 países se han sumado a esta iniciativa, que a parte de ser un revulsivo al consumismo de estas fechas y una oportunidad estupenda para ayudar a quien lo necesita, sirve para educar a esas nuevas generaciones en la importancia de compartir, de participar en proyectos que merecen la pena sólo recibiendo a cambio la satisfacción de ser una parte importante de ese logro.

Por eso me he propuesto un reto que quiero compartir con vosotros (a ver si os animo a seguirme): éste es el listado de los proyectos participantes en la versión española de #GivingTuesday. Mi intención es revisarla a lo largo de esta semana con Dani, mi peque de 6 años, que tendrá un fondo económico 'sacado de su hucha' para participar en uno o varios de esos proyectos (creo que es importante que sepa que es su propio dinero el que tiene que repartir, aunque luego lo pongamos nosotros).

Mi intención es que se implique, que sea consciente que con su ayuda puede conseguir mejorar el mundo y también de que se puede ser más feliz compartiendo que acumulando riquezas... A ver qué consigo, ya os contaré.

¿Os animáis a participar? Si no tenéis tiempo para el experimento, o hijos con los que llevarla a cabo (porque con los más pequeñitos es complicado), dadle bola a la inciativa en vuestros blogs, en vuestras redes sociales. Cada granito de arena, por pequeño que sea, es tremendamente importante.

Porque, como decía la agente Judy Hopps en Zootrópolis, vosotros podéis hacer del mundo un lugar mejor.

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