Otra vez de retrasos. Si es que, entre los niños, el curro, las fiestas del pueblo y las maletas de aquí para allá no sé ni cómo respiramos todavía...
Menos mal que ya hemos vuelto a la normalidad. Sólo nos queda acabar con las etiquetas... las de la ropa, ¿eh? No vayáis a pensar en algo digital.Ya, ya sé que hace más de una semana que empezó el cole, y casi dos desde que arrancó la guardería, pero es que cada año lo llevo peor. Encima, este curso tengo que pegar el doble porque el 'pequeño saltamontes' ya ha entrado en materia.
Todavía recuerdo cuando Dani empezó la guarde, hace ahora 5 años. Pretendí convertirme en madre coraje como la mía, que bordaba mis iniciales en todas mis prendas de ropa.. Sin embargo, teniendo en cuenta mis limitados conocimientos de costura y la enorme pila de ropa que había que marcar, lo deseché antes de terminar la primera D.
Lo siguiente fue el rotulador indeleble, rápido pero poco eficaz. Al final las letras se emborronaban, o desaparecían con los lavados, y no sabías si ponía Daniel o Federico.
La tercera opción fue la típica tira blanca para cortar y pegar con plancha. Después escribes sobre ella con el boli 'especial' que lleva incluido... ¡y listo! Hasta que lo lavas tres veces, la tira se despega y se queda en blanco. Vamos, que después de todo el trabajo de escribana y planchadora, luego te toca coser y repintar. No obstante, si alguna de vosotras ha picado y no sabe qué hacer con el rollo, sabed que este sistema es perfecto para esas tiras largas que hay que coserle a los abrigos para que los peques los cuelguen en sus percheros. Es para lo único que me ha servido a mí.
Como de costumbre, la blogosfera trajo a mí la solución. A través del blog de Midibu4U conocí la empresa Stikets, fundada por dos mamás residentes en Barcelona que estaban tan hartas como yo del momento etiqueta. Stephanie Marko y María José Rivas llevan desde 2010 'fabricando' sencillas, a la par que originales, estampas con los nombres de cientos de niños que tienen que llevar su ropa y su material escolar marcados a las aulas.
Tienen etiquetas grandes, pequeñas, para ropa, para libros, para lápices, para zapatos, maletas... y no sólo eso. En su tienda online también puedes encontrar pulseras identificativas para niños despistados que se pierden fácilmente, y un montón de vinilos, algunos de pizarra para pegar en las paredes de los peques y que estos puedan pintar y repintar todas las veces que quieran.
Yo, por el momento, sólo les he comprado etiquetas para ropa. El año pasado encargué tropecientasmil y todavía las estoy aprovechando. De hecho, en este curso se las estoy pegando también a las prendas del pequeño, una técnica fatal para fomentar su autoestima, evitar comparaciones y todos esos rollos, pero es que en esta casa intentamos ser prácticos y aprovecharlo todo... además, que con la cabeza que tengo terminaría poniendo las etiquetas del uno en las ropas del otro.
Las que yo tengo son termoadhesivas, o sea, van pegadas con plancha, aunque a diferencia de las tiras de las que antes os hablaba, las de Stikets no suelen despegarse. Después de mil lavados ahí siguen, con el mismo tono verde alegre y sus dibujitos. Una maravilla, vamos.
Como es lógico, no es ésta la única empresa dedicada a comercializar las odiosas etiquetas. Internet nos ofrecé varias opciones a valorar, somo Soyde, Marcaturopa.es, Petit Fernand o StickerKid, aunque son algo menos económicas.
¿Alguna de vosotras ha probado estas etiquetas? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?
También me han hablado de sellos de caucho con tinta específica para marcar textiles, ¿alguien puede decirme si funciona? Podría ser interesante para la ropa interior, aunque los precios que veo por la Red no son especialmente económicos para probaturas.
Os deseo a todas (y todos) un feliz arranque de curso sin mocos ni piojos...
¡Y que las etiquetas os acompañen!
Ay, Carla, Carla, Carla. Yo no he llegado a tanto. Inicialmente pedí las cintas impresas para coser, terminé haciendo un nudo a las etiquetas de la prenda. No soporto planchar, así que me iba quedando sin opciones. Terminé comprando un sello "de quita y pon", de esos que se montan las letritas una a una (bufff) y probé. Las letras no se ven totalmente nítidas, pero se ve lo suficientemente bien para saber de quién es la prenda. Lo suelo hacer en las etiquetas y en las zonas no visibles (cerca de la cinturilla, en dobladillos,...) si no es posible
ResponderEliminar... (Sigo) ponerlo en la etiqueta. En algodones finos se nota un poco. La prueba final es el lavado, la tinta era la que venía en el pack, ninguna especial textil ni nada de eso. Tachaaaaaán, ¡funciona!.
ResponderEliminarLuego fue volverse loca a estampar.
Una idea para no cambiar el sello para hermanos es poner sólo los apellidos. Así pueden heredar sin problemas.
Pues a mi las de stickets se me despegan... Será que no las he planchado suficiente tiempo... Odio planchar. Igual me paso a los tampones marca ropa.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios, chicas. A mí las de Stikets, de las noventaitantas que compré se me han debido despegar dos, estoy supercontenta con ellas. Aunque lo del sello me llama... será que a mí tampoco me va mucho lo de la plancha
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