miércoles, 2 de marzo de 2016

En conexión con nuestros hijos

Gracias a Cata, de Mamá también sabe, y a Sonia, de Urban&Mom, mi mediano y yo asistimos hace unas semanas al I Encuentro de Familias Digitales Niños conectados, ¿padres desconectados?, organizado por Telefónica y su plataforma Familia Digital. Mientras Dani se iba a disfrutar de unos talleres diseñados para su franja de edad, los papás tuvimos la oportunidad de intercambiar pareceres en cuanto a la educación de nuestros hijos (y, por qué no decirlo, de nosotros mismos) en lo referente a las nuevas tecnologías de la comunicación.

Aunque no me pude quedar a todo el evento (los cumples en un parque de bolas siempre son prioridad, you know), tuve tiempo de escuchar a un grande de la salud digital: Guillermo Cánovas, director del Centro de Seguridad en Internet para los menores en España, integrado en el Safer Internet Programme de la Comisión Europea, y muchos otros cargos relacionados con la seguridad de la infancia y adolescencia en la red de redes, además de autor del libro Cariño, he conectado a los niños que espero poder leerme en breve.

Éste nos marcó una serie de pautas a tener en cuenta para que la relación de nuestros hijos con móviles, tabletas y ordenadores sean lo más sanas posibles. Muchos aspectos que voy a resumir en este post pero que me gustaría analizar y desarrollar con mayor detalle en otros sucesivos de forma individual, para no soltaros un rollo del copón que nadie se quiera leer. Ya se sabe, las pequeñas dosis son mucho más efectivas.

Guillermo Cánovas durante su conferencia (foto 'robada' a Urban&Mom, las mías son todas horribles)

Cánovas nos dejó claro que las nuevas tecnologías no son negativas y que hay que trabajar con ellas: "Los jóvenes que no sepan utilizarlas no van a poder competir en el mundo. Hay que tener en cuenta que el 99% de la información que genera la humanidad día a día está digitalizada", advirtió. Lo importante es saber transmitirles a nuestros hijos cuándo deben dejarlas a un lado y, por supuesto, predicar con el ejemplo: apagar el teléfono por la noche, no estar pendiente de la pantalla en las horas de la comida, etc.

Desde su experiencia, hay varias vías de trabajo imprescindibles que no se pueden obviar: evitar problemas físicos, por ejemplo, corrigiendo posturas como tener la cabeza agachada de forma constante para mirar el móvil; observar e investigar el impacto de las nuevas tecnologías en los procesos cognitivos, un aspecto que todavía está en pañales y del que no habrá conclusiones hasta que los llamados 'nativos digitales' sean mayores; o los desórdenes de adicción, cada vez más frecuentes.

También hay otras líneas importantes, como la de saber preparar a nuestros hijos para abordar el exceso de datos (también llamado 'infoxicación') que van a encontrarse en la red. "Cada dos días generamos la información que la humanidad nos ha dejado en 5.000 años", calcula Guillermo Cánovas. Y, por supuesto, es imprescindible saber enseñarles a moverse y a comportarse por las redes y juegos sociales. "No hay que esperar a que tengan 14 años para que puedan tener Instagram, a esa edad ya son prácticamente ingobernables. Hay que empezar a trabajar con ellos antes". Con todo y con eso, la supervisión de los padres es fundamental, desde su punto de vista, sobre todo para detectar problemas lo antes posible y cortar de raíz todo aquello que merme la seguridad de los menores. "Lo ideal es que empiecen a moverse no con un smartphone propio, sino con el de sus progenitores", aconsejó.

De esta manera, no sólo se pueden controlar los contenidos, también el tiempo que se le dedica a las nuevas tecnologías. "Nunca hay que permitir que sustituya a otras actividades de su vida cotidiana, el niño debe seguir haciendo su vida normal".

Además de la charla de Cánovas, también participó en la jornada María José Cantarino, jefa de Innovación Sostenible de Telefónica, que nos presentó a Pilar y su Celular, una miniserie de dibujos animados desarrollado por el gigante TIC y la plataforma Pantallas Amigas para potenciar el uso responsable del móvil, y que puede ser muy educativo tanto para nuestros hijos como para nosotros mismos. Aquí os dejo el primer capítulo:




LO QUE ME PERDÍ
Aunque no estuve, he estado oteando el hashtag #SoyFamiliaDigital y lo que se ha comentado en otros blogs lo que dio de sí la jornada tras mi marcha. José Luis Encinar, jefe de Producto y Comercialización de Servicios de Telefónica, aprovechó para explicar en funcionamiento del servicio Movistar Protege, para supervisar la actividad de los niños en internet y establecer límites en su uso. De hecho, se sortearon varios paquetes de este tipo y, por lo que me han tuiteado, alguno me tocó y perdí por no estar presente (para una vez que me toca algo... c'est la vie)

También se celebró una mesa redonda llamada En familia: la tecnología como invitada o intrusa, en la que participaron Susana García, de Mi mamá tiene un blog, Fernando Álvarez, de Las historias de papa Lobo, y dos invitados fundamentales para darle sentido al debate: Inés y Nicolás, dos chavales de 12 años que dieron su punto de vista generacional. Los menores comentaron que llevan una vida activa en redes sociales y que, en sus casos concretos, sus padres controlan habitualmente a seguidores y amigos, las imágenes que hacen y los textos que publican.

Por su parte, los papás blogueros presentes en la mesa compartieron experiencias y lamentos, como que cada día es más difícil hablar cara a cara con los jóvenes y más fácil que te escuchen si les mandas la información por whatsapp. Y también, que los padres debemos predicar con el ejemplo, como dejar a un lado el móvil en las horas de las comidas, o apagar la tableta cuando alguien (como, por ejemplo, un hijo) requiere nuestra atención.


 MIENTRAS TANTO, LOS NIÑOS...
Se lo pasaron teta. Los mayores con un taller de fotografía digital, y los pequeños con un cuentacuentos que giraba en torno a la historia La gran decisión de Digipato, escrita por Lindsay Buck e ilustrada por Ciara Flood para Childnet International. Su protagonista es un joven pato que participa con sus amigos en una red social muy especial y que está a punto de liarla parda por mandar una foto inapropiada de uno de ellos. Si estáis interesados en leerlo, pinchad en el título y podréis otearlo online.

Además, tuvieron la oportunidad de ver la película Los Boxtrolls que, por cierto, todavía tengo pendiente...

Hasta aquí el resumen. Espero poder escribir pronto, punto por punto, sobre las ideas que fueron surgiendo esa mañana, principalmente de la ponencia de Guillermo Cánovas, realmente enriquecedora. Y recordad que las nuevas tecnologías, en su justa medida, son aliadas en la educación de nuestros hijos. Sólo hay que saber hacer un uso responsable de ellas.

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