martes, 27 de enero de 2015

Arroz pasado

Hace algunas semanas leía en el muro de la escritora Elena Garralón (de quién, por cierto, tengo pendiente la lectura de su trilogía Doble Realidad, recientemente acabada) unas interesantes palabras que le daban un sopapo a algunas de mis ideas más costumbristas: gritaba a los cuatro vientos que nunca jamás de los jamases pasaría por la experiencia de la maternidad, dejando muy claro a todos aquellos que la avasallan con el típico '¿y tú qué, para cuándo?' que, básicamente, no quiere ser madre.

Y no sólo eso, su texto apuntaba hacia un movimiento, desconocido para mí, llamado la Generación NoMo (Not Mothers), que agrupa a todas aquellas mujeres orgullosas de no querer ser madres.

Leído su texto, me picó la curiosidad y me puse a buscar información al respecto. Me resultaba un tanto absurdo que se hubiese creado un grupúsculo así, para mí era como crear un club elitista de personas a las que no les gusta el queso, o una agrupación de orgullosos de no tener carnet de conducir.

Sin embargo, a medida que leía artículos y blogs más sentido le veía. Por si alguno estáis igual de pez que yo en este sentido, el más completo en castellano que he encontrado es éste de Iñaki Laguardia. En resumen, las NoMo reclaman "el respeto de una sociedad instalada en la absurda creencia de que una mujer debe dar a luz al menos una vez en su vida", según la teoría expuesta por Gateway Women, una asociación británica volcada por esta causa.

Una de sus cofundadoras, Jody Day, publicó hace más de un año el volumen Rocking the life unexpected: 12 weeks to your plan B for a meaningful and fulfiling life  without children, que se dirige al 47% de entre 15 y 44 años que no tienen hijos. Day cuenta en él los quebraderos de cabeza que le dio el verse a los 40 sin hijos ni intención de tenerlos (y con sus padres, amigos y vecinos recordándole constantemente esa expresión tan desagradable como maldita de que se le iba a pasar el arroz). Básicamente narra cómo se convirtió en un 'bicho raro' de cara a la sociedad y cómo superó esa situación.Como resultado ha obtenido el más firme de los respaldos, copando los primeros puestos de ventas en Amazon y sacando del armario NoMo a muchas mujeres frustradas por su condición poco maternal.

No son pocas las famosas están dentro de este carro: Helen Mirren, Angela Merkel, Audrey Tatou, Cameron Díaz, Maribel Verdú... La mayoría se queja, con toda la razón del mundo, de que los periodistas siempre les preguntan por su reloj biológico, mientras que a sus homólogos masculinos nadie les plantea la cuestión en concreto.¿Por qué? Pues porque la sociedad ha asimilado que si eres mujer tienes que parir obligatoriamente en algún momento de tu vida. Bueno, por eso y porque a ellos no se les pasa nunca el arroz.

Parece increíble que a estas alturas de la película en nuestro mundo desarrollado tengan que surgir movimientos de este tipo, que de primeras suenan absurdos, pero que juegan un papel tremendamente importante y necesario en los cambios sociales. Y no sólo eso, sino que sirven para mitigar esas frustraciones que la sociedad genera y que, en este caso, sólo machacan al sexo femenino.

A mí, personalmente, me cuesta entender que una mujer no quiera ser madre. Es una condición que tiene muchos contras, lo reconozco, sobre todo de cara a desarrollarte profesionalmente, puesto que los hijos frenan ciertas aspiraciones 'robándote' ese tiempo tan necesario para perseverar. Sin embargo, no hay nada que me haga más feliz que verle la cara a mis niños cuando me levanto cada mañana. Y nada que me realice más que ver cómo se convierten en personitas civilizadas... hasta que se ponen a pensar en golpes de karate letales.


No obstante, mi percepción ha cambiado después de leer las teorías y peticiones de Gateway Women. Las mujeres NoMo no demandan un derecho que ya tienen, ni alardean de la condición social que les pueda ofrecer el carnet de Not Mothers. Sólo piden un poco de comprensión: que sus madres no las taladren con que quieren ser abuelas; que sus primas las del pueblo no se dediquen a fusilarlas con frases del tipo "es lo mejor que hay en esta vida, te vas a arrepentir"; que nadie les diga una y otra vez que se pongan las pilas porque se les va a pasar el arroz.

En definitiva, que el mundo no les obligue a ser madres.

 

NOTA: Dejo aquí esta canción de Siniestro Total cuya letra no tiene mucho que ver con el tema a tratar, excepto el estribillo. No he podido evitarlo, cada vez que me pongo con el blog se me viene a la cabeza y ya tenía ganas de calzarla en algún post.






2 comentarios:

  1. Bueno creo que pasa algo parecido cuando decides tener sólo un hijo...pobrecito le vas a dejar solo, que pena que no tenga hermanos para jugar...el caso es que siempre va a haber alguien que te diga si no tienes hijos que por qué no los tienes, si tienes uno que por qué no tienes dos y si tienes tres que eres una loca...en fin, lo mejor es pasar de lo que diga la gente.
    MartametallicA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Correcto, a mí ya me están dando la chapa con que vaya a por la niña... ¬¬

      Eliminar