domingo, 19 de marzo de 2017

#VDLN 30: Bye, Johnny, bye bye


Como muchos otros findes, llego a ras al Viernes Dando La Nota. Bueno, como mañana es fiesta en unos cuantos sitios, casi ni se nota (mentiraaaa). Encima no puedo poner la excusa del trabajo. Este fin de semana no, la verdad es que me he tomado la licencia de vaguear un poco y disfrutar de tiempo para no pensar en nada más allá de darle de comer a los muchachos y salir un rato para hacer la fotosíntesis.

Tenía planeado contar algo sobre mi último concierto, pero la mala fortuna ha decidido otra canción, otro autor. Uno de los padres del rock, el gran Chuck Berry, nos ha dejado hace unas horas y no puedo sino dedicar estas líneas para rendir mi pequeño homenaje a este gigante. A pesar del mal genio que gastaba (le pegó un puñetazo a Keith Richards, with two balls), ha sido un ejemplo de constancia y vitalidad.


Se ha quedado cerca de los 91 años, y los ha vivido intensamente, sin dejar la carretera casi en ningún momento. Según su página de Facebook, dio su último concierto en agosto de 2014. Con 88 años. Y en su último cumpleaños anunció que pensaba sacar un disco a lo largo de 2017 acompañado de algunos de sus hijos, que también serán talluditos. Lástima que no les haya dado tiempo.



Sin él, sin su música, su estilo, su voz... el rock no sería lo que es hoy. Mucho le deben los Stones, The Beatles, The Who, Clapton, Springsteen, AC/DC (quién diga que el paso del pato es propiedad de Angus Young nunca ha visto a Chuck en acción)... todos han bebido de sus canciones. Por eso es seguro que hoy todos (los que siguen vivos) lloran su marcha, no sin pensar antes en seguir sus pasos y estar al pie del cañón hasta su último aliento.

Y, por supuesto, marcando el ritmo de Johnny B. Goode con los latidos de sus ya vetustos corazones.
Hasta siempre, maestro.





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