domingo, 31 de enero de 2016
viernes, 29 de enero de 2016
Viernes Dando La Nota #10: Un canadiense en Madrid
Después de dos semanas de pellas en esto de los Viernes Dando la Nota, hoy me pongo al lío nada más llegar a casa. Y es que, después de muchos (MUCHOS) meses, el padre analógico y yo nos hemos ido de farra sin niños. Sí, un jueves. Sí, curramos en unas horas. Pero no podíamos esperar. No por ansia, sino porque acaba de tocar en Madrid el rockero canadiense por antonomasia: Bryan Adams, y teníamos entradas, cortesía de sus majestades, los Reyes Majos de Oriente.
No es que sea yo una gran seguidora de este hombre, en realidad me sé las cinco o seis canciones que se sabe todo el mundo, pero a mi chico le gusta bastante y nunca está de más probar nuevos directos. No me había creado muchas expectativas, ni había tirado de Google para hacerme un spoiler del set list. He ido a la aventura y me ha sorprendido gratamente.
El joven buenorro y despeinado que recordaba con nostalgia aquel Summer of 69 se ha convertido en todo un señor de 56 años sin cirugías ni botox, elegante, repeinado. Sin embargo, si cierras los ojos y le escuchas cantar, sigues viendo al buenorro de los 80. No sólo mantiene esa voz rasgada suya tan característica, sino que es capaz de usarla al 100% durante dos horas de concierto. Está claro que es un tío que se cuida.
Esta noche se ha subido al escenario con su colección de guitarras y su elenco de músicos (piano, guitarra, bajo y batería) y se ha cantado todos sus temazos. Los más moñas y los más cañeros. Pero no de una forma automática, como hacen muchos, sino conectando con su público, con los de pista y con los de grada, dando juego a diestro y siniestro, paseándose de acá para allá y mostrándose agradecido en todo momento con un público entregado.
Ha sido un concierto redondo que ha cerrado con la canción con la que se evidenció en mí su existencia: All for love (sí, una de las moñas), que en su día cantó a tres voces con Sting y Rod Stewart y que fue BSO de Los tres mosqueteros... la que se hizo en 1993, dirigida por Stephen Herek y protagonizada por Charlie Sheen, Kiefer Sutherland y Chris O'Donnell en pleno apogeo SuperPop. Se ha quedado él solo en el escenario con una guitarra acústica y un foco, nos ha pedido que alzaramos la luz de nuestros móviles, nos ha sacado una foto para su Instagram (que es chulísimo, digno de visitar) y ha empezado a cantar. Los pelillos como escarpias se me ponen sólo de acordarme.
Da gusto ver a artistas como éste, que aunque hayan vendido 100 millones de discos, siguen debiéndose al respetable y disfrutando sobre el escenario. Si alguna vez tenéis oportunidad, no os lo perdáis, merece la pena.
Por cierto, ¿nos vemos mañana en el Blogger's Day?
No es que sea yo una gran seguidora de este hombre, en realidad me sé las cinco o seis canciones que se sabe todo el mundo, pero a mi chico le gusta bastante y nunca está de más probar nuevos directos. No me había creado muchas expectativas, ni había tirado de Google para hacerme un spoiler del set list. He ido a la aventura y me ha sorprendido gratamente.
El joven buenorro y despeinado que recordaba con nostalgia aquel Summer of 69 se ha convertido en todo un señor de 56 años sin cirugías ni botox, elegante, repeinado. Sin embargo, si cierras los ojos y le escuchas cantar, sigues viendo al buenorro de los 80. No sólo mantiene esa voz rasgada suya tan característica, sino que es capaz de usarla al 100% durante dos horas de concierto. Está claro que es un tío que se cuida.
Esta noche se ha subido al escenario con su colección de guitarras y su elenco de músicos (piano, guitarra, bajo y batería) y se ha cantado todos sus temazos. Los más moñas y los más cañeros. Pero no de una forma automática, como hacen muchos, sino conectando con su público, con los de pista y con los de grada, dando juego a diestro y siniestro, paseándose de acá para allá y mostrándose agradecido en todo momento con un público entregado.
Ha sido un concierto redondo que ha cerrado con la canción con la que se evidenció en mí su existencia: All for love (sí, una de las moñas), que en su día cantó a tres voces con Sting y Rod Stewart y que fue BSO de Los tres mosqueteros... la que se hizo en 1993, dirigida por Stephen Herek y protagonizada por Charlie Sheen, Kiefer Sutherland y Chris O'Donnell en pleno apogeo SuperPop. Se ha quedado él solo en el escenario con una guitarra acústica y un foco, nos ha pedido que alzaramos la luz de nuestros móviles, nos ha sacado una foto para su Instagram (que es chulísimo, digno de visitar) y ha empezado a cantar. Los pelillos como escarpias se me ponen sólo de acordarme.
Da gusto ver a artistas como éste, que aunque hayan vendido 100 millones de discos, siguen debiéndose al respetable y disfrutando sobre el escenario. Si alguna vez tenéis oportunidad, no os lo perdáis, merece la pena.
Por cierto, ¿nos vemos mañana en el Blogger's Day?
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA BLOGUERO!!
viernes, 15 de enero de 2016
Un niño en el Congreso
Llevo dos días leyendo sobre conciliación tanto dentro como fuera del entorno bloguero maternal. ¡Por fin! Y todo gracias a Carolina Bescansa. Una mamá valiente y aguerrida por llevar a su bebé al Congreso y darle allí de mamar para protestar por la pseudo conciliación que apenas existe en España. Una oportunista que ha utilizado a su hijo para el puro postureo cuando puede dejar al bebé en la escuela infantil de la que disfrutan sus señorías. Una señora que ha optado por la lactancia materna a demanda y que, por tanto, no puede separarse de su bebé. Una máquina de noticias sensacionalistas que le dio todo el protagonismo a Podemos... mil y una opiniones han corrido por la red para definirla. Y es que, ya se sabe, en este país somos muy de opinar y criticar por todo, a veces sin conocimiento.
¿Que ha sido pura pose? Es lo más probable, aunque eso sólo el tiempo nos lo dirá. Si, como ella dice, está fomentando la crianza con apego y la lactancia materna exclusiva (recomendada por la Organización Mundial de la Salud hasta los seis meses, no lo olvidemos), el peque seguirá compartiendo escaño con su madre unas cuantas semanas más. ¿Que es un error exponer así a tu hijo? Pues no lo sé. Pero es su decisión como madre, tiene derecho a equivocarse, como nos hemos equivocado todas y todos los que tenemos hijos en lo que respecta a su crianza. Y, aunque no nos lo creamos, es algo en lo que los demás no tenemos por qué meternos.
Yo, por mi parte, aprovecharé esta situación para seguir hablando de conciliación. Como lo han hecho muchos, sí. Quiero pensar que ese era el objetivo de Bescansa, cuyo partido dejó el otro día en la Cámara Baja un comentario evocador: “Hay que favorecer que estas tareas dejen de ser un asunto privado que las mujeres tienen que resolver por su cuenta en la invisibilidad”. Porque, al final, los padres nos hemos acoplado a lo que nos da el sistema y muchos terminan renunciando o a sus carreras profesionales o a ver crecer a sus hijos. Es difícil que ambos caminos vayan paralelos entre sí.
Está en la mano de los diputados y de nuestro futuro Gobierno generar normas que ayuden a las parejas a poder criar a sus vástagos sin descuidarlos en sus primeros años de vida (y sin tener que llevárselos a su lugar de trabajo, que nadie se quede con lo supérfluo); leyes y ayudas que fomenten, por ejemplo, las guarderías en zonas de oficinas, el teletrabajo y los horarios racionales; jornadas de tarde en los colegios públicos que vayan de principio a fin de curso (la reducción del horario en junio y septiembre es un auténtico infierno para conciliar), y que los niños puedan quedarse hasta una hora relativamente tardía sin tener que depender exclusivamente de las extraescolares organizadas por Asociaciones de Madres y Padres que apenas se pueden sostener por falta de efectivos (¡porque sus miembros también son madres y padres que trabajan!)...
Alucino como en un país como el nuestro, en el que prácticamente todos (los que son padres recientes) saben manejarse con internet, no haya más opciones para trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar. Con un buen dispositivo móvil uno puede gestionar mil datos mientras espera que su hijo salga de clase de inglés. ¿Y quién no pueda echar el cierre antes de la hora de salida del cole? Fomentar un cambio cultural de cierre temprano de comercio, como ocurre en los países nórdicos, es muy complicado, pero no estaría de más plantear mejores ayudas y bonificaciones específicas para potenciar el comercio online y que uno pueda estar pendiente de pedidos y proveedores vía smartphone mientras le da la papilla a su churumbel. O para que los padres de familia puedan contratar durante unas horas a una persona que atienda su negocio mientras ellos están con sus hijos.
Ahora mismo un autónomo con un hijo menor de 7 años o algún familiar en situación de dependencia puede acogerse a una reducción del 100% de su cuota por contingencias comunes durante 12 meses si se reduce oficialmente la jornada y contrata a alguien a jornada parcial (al menos, un 50% de la jornada laboral). Sin embargo, todavía no he sabido de nadie que lo haya hecho, y a los que se lo han planteado no le han salido las cuentas (si hay alguien en la sala que se haya acogido a esta ayuda, éste es su momento de darme una colleja).
Ójala la imagen de ese pequeñajo en el Congreso sirva no sólo para dar visibilidad a un problema que gran parte de la población (bien en formato padre, hijo o abuelo) sufre en silencio mientras piensa que es lo que hay. Fijémonos en nuestros vecinos del norte y aprendamos de su experiencia para lograr que nuestros hijos puedan crecer con sus padres.
Imagen extraída de Círculo Atenea |
¿Que ha sido pura pose? Es lo más probable, aunque eso sólo el tiempo nos lo dirá. Si, como ella dice, está fomentando la crianza con apego y la lactancia materna exclusiva (recomendada por la Organización Mundial de la Salud hasta los seis meses, no lo olvidemos), el peque seguirá compartiendo escaño con su madre unas cuantas semanas más. ¿Que es un error exponer así a tu hijo? Pues no lo sé. Pero es su decisión como madre, tiene derecho a equivocarse, como nos hemos equivocado todas y todos los que tenemos hijos en lo que respecta a su crianza. Y, aunque no nos lo creamos, es algo en lo que los demás no tenemos por qué meternos.
Yo, por mi parte, aprovecharé esta situación para seguir hablando de conciliación. Como lo han hecho muchos, sí. Quiero pensar que ese era el objetivo de Bescansa, cuyo partido dejó el otro día en la Cámara Baja un comentario evocador: “Hay que favorecer que estas tareas dejen de ser un asunto privado que las mujeres tienen que resolver por su cuenta en la invisibilidad”. Porque, al final, los padres nos hemos acoplado a lo que nos da el sistema y muchos terminan renunciando o a sus carreras profesionales o a ver crecer a sus hijos. Es difícil que ambos caminos vayan paralelos entre sí.
Está en la mano de los diputados y de nuestro futuro Gobierno generar normas que ayuden a las parejas a poder criar a sus vástagos sin descuidarlos en sus primeros años de vida (y sin tener que llevárselos a su lugar de trabajo, que nadie se quede con lo supérfluo); leyes y ayudas que fomenten, por ejemplo, las guarderías en zonas de oficinas, el teletrabajo y los horarios racionales; jornadas de tarde en los colegios públicos que vayan de principio a fin de curso (la reducción del horario en junio y septiembre es un auténtico infierno para conciliar), y que los niños puedan quedarse hasta una hora relativamente tardía sin tener que depender exclusivamente de las extraescolares organizadas por Asociaciones de Madres y Padres que apenas se pueden sostener por falta de efectivos (¡porque sus miembros también son madres y padres que trabajan!)...
Cuántos nos hemos visto en esta situación alguna vez (por alphalight1) |
Ahora mismo un autónomo con un hijo menor de 7 años o algún familiar en situación de dependencia puede acogerse a una reducción del 100% de su cuota por contingencias comunes durante 12 meses si se reduce oficialmente la jornada y contrata a alguien a jornada parcial (al menos, un 50% de la jornada laboral). Sin embargo, todavía no he sabido de nadie que lo haya hecho, y a los que se lo han planteado no le han salido las cuentas (si hay alguien en la sala que se haya acogido a esta ayuda, éste es su momento de darme una colleja).
Ójala la imagen de ese pequeñajo en el Congreso sirva no sólo para dar visibilidad a un problema que gran parte de la población (bien en formato padre, hijo o abuelo) sufre en silencio mientras piensa que es lo que hay. Fijémonos en nuestros vecinos del norte y aprendamos de su experiencia para lograr que nuestros hijos puedan crecer con sus padres.
jueves, 14 de enero de 2016
¿Qué hacemos este finde?
Llamadme loca, pero me encantan las temporadas de frío y lluvias. Soy tremendamente feliz tirándome en el sillón y arrebujándome en la mantita viendo alguna peli con mis chicos, leyendo con mi e-reader, revisando las noticias del día en la tablet, jugando a algún Farm Crush Plash chorra con el smartphone... mis cosas de cibermadre. Pero, claro, a ver quién es el guapo que sujeta a los niños mientras yo me relajo en el sillón.
Cuando empiezan a comportarse como leones enjaulados sabes que es la hora de buscarles algún plan para sacarles de casa. Y mejor encontrarlo con tiempo... y con el tiempo en la mano. Este fin de semana apenas hay probabilidad de lluvia, según la Agencia Estatal de Meteorología. Eso sí, va a hacer un frío del carajo, como para estar en el parque.
Pues nada, invocamos a San Google para que nos encuentre un sitio bueno, bonito, barato y calentito para escaparnos. Oferta no falta, pero toda demasiado ardua para nuestro pequeño Bamm-Bamm, que aguanta poco rato sentado. Aunque si no lo sacamos de casa, sabemos lo que va a pasar...
Varios minutos de scroll después, encontramos la respuesta a nuestras plegarias: La Íntegra Teatro. Como ya os conté en un post anterior, conocimos a esta pequeña compañía teatral en la I Edición de Campusitos, de Campus Madrid de Google, bajo el nombre de Emprende y Dorita. Tenían a los niños embelesados. De hecho, nuestro hijo mayor, al que le aburre mortalmente pintar, se quedó un buen rato con ellas haciendo dibujos. Ante tal éxito, me prometí a mí misma que me buscaría más información sobre sus funciones y actividades. Pero, claro, llegaron las navidades y a esa promesa se la llevó el viento.
Y, fijaos por donde, llega el karma, el destino, Santa Rita o lo que sea y me reencuentran con ellas. No sólo eso, además me confirman que este domingo tienen función para peques: El viaje de Coliflora, una función cortita (unos 50 minutos) en un local pequeño en el centro de Madrid donde los niños pueden pulular más o menos a sus anchas si no están con la boca abierta atentos al espectáculo.
En esta obra, la protagonista encuentra un cuento triste sin contenido ni título. Coliflora irá topándose con diversos personajes, creados con divertidas marionetas, que le ayudarán a completar el cuento y a darle nombre. También intentará que el joven público ponga su granito de arena, de manera que cada función sea diferente a la siguiente. Y todo por el módico precio de 3 euros.
Por si vosotros también os queréis animar, todos los domingos de enero a las 12 de la mañana hay una representación. El local está en la c/ Amaniel, 24 (cerca de Plaza de España). Como es un local pequeño y hay poco espacio, la compañía necesita controlar previamente el aforo. Por eso es imprescindible confirmar previamente vuestra asistencia a elviajedecoliflora@gmail.com
OTRAS ACTIVIDADES
Por lo que respecta a los más pequeños de la casa, esta asociación cultural, formada por Tamara Berbés y Begoña Sánchez-Somolinos, ofrece además servicios de animación para fiestas (pintacaras, globoflexia, magia, cuentacuentos, guiñol, gimkanas...) y teatro, en inglés y en español, para centros educativos.
Y para los grandes, además de clases de teatro, técnicas de improvisación, de expresión corporal o de cómo hablar en público, se puede contactar con ellas para organizar espectáculos personalizados: despedidas de soltero (no penséis cochinadas, que no va por ahí), bodas, cabarets temáticos... eventos con personajes infiltrados que se dediquen a 'incordiar' a aquellos que protagonicen el evento.
Cuando empiezan a comportarse como leones enjaulados sabes que es la hora de buscarles algún plan para sacarles de casa. Y mejor encontrarlo con tiempo... y con el tiempo en la mano. Este fin de semana apenas hay probabilidad de lluvia, según la Agencia Estatal de Meteorología. Eso sí, va a hacer un frío del carajo, como para estar en el parque.
Pues nada, invocamos a San Google para que nos encuentre un sitio bueno, bonito, barato y calentito para escaparnos. Oferta no falta, pero toda demasiado ardua para nuestro pequeño Bamm-Bamm, que aguanta poco rato sentado. Aunque si no lo sacamos de casa, sabemos lo que va a pasar...
Varios minutos de scroll después, encontramos la respuesta a nuestras plegarias: La Íntegra Teatro. Como ya os conté en un post anterior, conocimos a esta pequeña compañía teatral en la I Edición de Campusitos, de Campus Madrid de Google, bajo el nombre de Emprende y Dorita. Tenían a los niños embelesados. De hecho, nuestro hijo mayor, al que le aburre mortalmente pintar, se quedó un buen rato con ellas haciendo dibujos. Ante tal éxito, me prometí a mí misma que me buscaría más información sobre sus funciones y actividades. Pero, claro, llegaron las navidades y a esa promesa se la llevó el viento.
Y, fijaos por donde, llega el karma, el destino, Santa Rita o lo que sea y me reencuentran con ellas. No sólo eso, además me confirman que este domingo tienen función para peques: El viaje de Coliflora, una función cortita (unos 50 minutos) en un local pequeño en el centro de Madrid donde los niños pueden pulular más o menos a sus anchas si no están con la boca abierta atentos al espectáculo.
En esta obra, la protagonista encuentra un cuento triste sin contenido ni título. Coliflora irá topándose con diversos personajes, creados con divertidas marionetas, que le ayudarán a completar el cuento y a darle nombre. También intentará que el joven público ponga su granito de arena, de manera que cada función sea diferente a la siguiente. Y todo por el módico precio de 3 euros.
Por si vosotros también os queréis animar, todos los domingos de enero a las 12 de la mañana hay una representación. El local está en la c/ Amaniel, 24 (cerca de Plaza de España). Como es un local pequeño y hay poco espacio, la compañía necesita controlar previamente el aforo. Por eso es imprescindible confirmar previamente vuestra asistencia a elviajedecoliflora@gmail.com
OTRAS ACTIVIDADES
Por lo que respecta a los más pequeños de la casa, esta asociación cultural, formada por Tamara Berbés y Begoña Sánchez-Somolinos, ofrece además servicios de animación para fiestas (pintacaras, globoflexia, magia, cuentacuentos, guiñol, gimkanas...) y teatro, en inglés y en español, para centros educativos.
Y para los grandes, además de clases de teatro, técnicas de improvisación, de expresión corporal o de cómo hablar en público, se puede contactar con ellas para organizar espectáculos personalizados: despedidas de soltero (no penséis cochinadas, que no va por ahí), bodas, cabarets temáticos... eventos con personajes infiltrados que se dediquen a 'incordiar' a aquellos que protagonicen el evento.
¿Y VOSOTROS? ¿QUÉ HACÉIS ESTE FIN DE SEMANA?
sábado, 9 de enero de 2016
Viernes Dando La Nota #9: Qué burros son algunos
Como casi todos los años, sus Eternas Majestades me han dejado en los zapatos varios regalitos musicales. Entre ellos estaba la Autobiografía Sónica de Los Rápidos / Los Burros / El último de la fila. Sí, ya, no son heavies ni melenudos... yo también tengo mi lado 'oscuro'. De hecho, entre los discos que uno puede encontrar en nuestras estanterías están prácticamente todos aquellos en los que Manolo García ha participado... ¡Que sí, que me gusta de verdad de la buena (musicalmente hablando, se entiende)!
El caso es que, aprovechando el 'casual friday', me he puesto a escuchar uno por uno los cinco discos que se incluyen en la caja mientras le daba a la tecla, recordando viejas canciones que hacía tiempo que no escuchaba y, sobre todo, analizando esa vena pseudo punk que tanto García como Portet dejaron salir con el trabajo grabado con Los Burros: más allá del gran éxito de 'Huesos' (huesos, tú eres sólo huesos), Rebuznos de Amor y Jamón de Burro incluían temas peculiares e irreverentes que apenas tuvieron repercusión.
Uno de ellos es 'Hazme sufrir', una declaración de intenciones masoquistas que ha vuelto a grabarse 32 años después con sus mismos creadores y que se ha incluido en el disco Kloruro Sódico, que va dentro de la caja.
Resulta difícil imaginarse a Manolo García (el más mediático de todos los miembros de la banda) vestido de cuero y entonando aquello de '¡Dame, dame en el culete, dame que me gusta!' después de haber cantado 'hago pájaros de barro y los echo a volar'. Hasta él tiene un pasado oscuro del que sentirse orgulloso. Tanto es así que hasta van a volver a los escenarios con sus antiguos compañeros de Los Burros y los Rápidos en las próximas semanas, colgando el cartel de 'No hay localidades' en la puerta. Y yo, desgraciadamente, me lo voy a perder. Estuve lenta y me quedé sin entradas :_(
Para mitigar mi dolor, nada mejor que otra de esas canciones irreverentes, 'Mi novia se llamaba Ramón' con un halo de humor negro, como germen de lo que poco después sería El Último de la Fila.
Menos mal que ya está aquí el fin de semana.... ¡FELIZ VIERNES DANDO LA NOTA!
Y si a alguien le sobra alguna entrada, que se acuerde de esta triste y desolada bloguera muy fan...
El caso es que, aprovechando el 'casual friday', me he puesto a escuchar uno por uno los cinco discos que se incluyen en la caja mientras le daba a la tecla, recordando viejas canciones que hacía tiempo que no escuchaba y, sobre todo, analizando esa vena pseudo punk que tanto García como Portet dejaron salir con el trabajo grabado con Los Burros: más allá del gran éxito de 'Huesos' (huesos, tú eres sólo huesos), Rebuznos de Amor y Jamón de Burro incluían temas peculiares e irreverentes que apenas tuvieron repercusión.
Uno de ellos es 'Hazme sufrir', una declaración de intenciones masoquistas que ha vuelto a grabarse 32 años después con sus mismos creadores y que se ha incluido en el disco Kloruro Sódico, que va dentro de la caja.
Resulta difícil imaginarse a Manolo García (el más mediático de todos los miembros de la banda) vestido de cuero y entonando aquello de '¡Dame, dame en el culete, dame que me gusta!' después de haber cantado 'hago pájaros de barro y los echo a volar'. Hasta él tiene un pasado oscuro del que sentirse orgulloso. Tanto es así que hasta van a volver a los escenarios con sus antiguos compañeros de Los Burros y los Rápidos en las próximas semanas, colgando el cartel de 'No hay localidades' en la puerta. Y yo, desgraciadamente, me lo voy a perder. Estuve lenta y me quedé sin entradas :_(
Para mitigar mi dolor, nada mejor que otra de esas canciones irreverentes, 'Mi novia se llamaba Ramón' con un halo de humor negro, como germen de lo que poco después sería El Último de la Fila.
Menos mal que ya está aquí el fin de semana.... ¡FELIZ VIERNES DANDO LA NOTA!
Y si a alguien le sobra alguna entrada, que se acuerde de esta triste y desolada bloguera muy fan...
viernes, 8 de enero de 2016
Google enciende la chispa del emprendimiento en sus Campusitos
Hace unas semanas Google y Kideoo organizaban en Campus Madrid una jornada mañanera para los más pequeños: la primera edición de Campusitos. Sus zonas comunes se transformaron en un parque temático con tenderetes, nubes del más suave algodón y montones de puntos estratégicos en los que plasmar la creatividad. Allí se conectaron emprendimiento, tecnología, niños y diversión a partes iguales. Teniendo en cuenta estas cuatro variables, habría sido un sacrilegio haberse perdido el evento, así que enganché a mis tres chicos y al pequeño bebé de pantalla táctil y diez pulgadas y allí que nos plantamos.
Cruzamos el umbral de la nave localizada en la calle Moreno Nieto de Madrid y aparcamos el carrito de Miguel en el parking habilitado junto a la entrada. ¿Por dónde empezar? Nos decidimos por Emprende y Dorita, dos personajes salidos del imaginario de La Íntegra Teatro que invitaban a los peques a plasmar en un papel esas cosas que todavía están por inventar. "Yo he pintado unos zapatos con muelles"; "y yo un sombrero de chuches"; "¡Mira, mira, mira! ¡Yo he hecho un tiranosaurio!". Y entre dibujo y dibujo, Emprende y Dorita contaban una historia sobre estrujarse el cerebro y sacarse las ideas que los tenía a todos embelesados.
Entregamos nuestro dibujo y fuimos a posar en un photocall otoñal, con su columpio rústico con sogas y maderos, sus hojas secas repartidas por el suelo, una mariquita gigante y blandita a la que Miguel no quitaba ojo y una súper piruleta que daba un toque de color a la imagen. Pasamos por el astillero de barcos de papel, no sin antes llevarnos al buche un par de sandwiches y unas brochetas de fruta de Do Eat!, la empresa que lleva la cafetería del Campus (y que monta unos caterings de escándalo, qué rico estaba todo).
Como no nos daba la vida para todo, pasamos un poco de puntillas la magia bilingüe de Mr. Pillkington y evitamos la larga cola de los pintacaras de Froggies (una pena, había verdaderas obras de arte entre los presentes). Nos hicimos con unas palomitas y subimos al piso de arriba, a la parte tecnológica.
La pizarra donde habitualmente los 'campusers' dejan sus mensajes y reclamos estaba atestada de casas, extraterrestres, coches y garabatos de mil colores. En esta sala muchos aprendieron a realizar su propio videojuego con Gamesonomy mientras otros hacían las veces de testers. Tuvimos un rato para probar a Zowi, el robot de BQ, y de ver cómo funciona y qué puede hacerse con una impresora 3D gracias a FabLab UE.
Rematamos la faena con el concierto de Pantones, un grupo de ritmos punk, aunque de dulce copla, que mis dos hijos disfrutaron a tope, sobre todo el mayor, al que le dio un subidón de azúcar (o qué se yo) y terminó en el escenario con el trío madrileño.
De esta manera acabamos una jornada agotadora de la que nos fuimos con una bolsa cargada de regalos y que, esperamos, se repita por lo menos una vez al año.
CAMPUS FOR MOMS AND DADS
Google lleva varios años volcado con el ámbito emprendedor, además con cierta sensibilidad hacia las madres recientes que ven cómo se limitan sus movimientos, a expensas del nuevo habitante de la casa y de su alimentación (especialmente si depende de su teta). Esta problemática impulsó el proyecto Campus for Moms, una serie de cursos, charlas, coloquios y mentorización dirigidos a madres recientes o futuras madres con una idea de negocio muy clara, vinculada al mundo tecnológico.
Las dos primeras ediciones se impartieron en Madrid, fuera de los muros del Campus, que aún no estaba en funcionamiento, y fueron muy exclusivas por falta de espacio, principalmente. La tercera edición ha sido la primera establecida en el nuevo emplazamiento. Las charlas, que se celebran el primer martes de cada mes, tienen lugar en el amplio auditorio del Campus, y ya no sólo las madres son sus protagonistas, también los padres tienen su hueco.
Entre las iniciativas impulsadas por este programa están algunas muy conocidas, asociadas al ámbito de la maternidad y el mundo infantil: Club de Malasmadres, Midibu 4U, BePoppins, Mumablue... y la que aquí os escribe, que intenta hacer las menos pellas posibles para saber cómo renovarse en el mundo empresarial.
Cruzamos el umbral de la nave localizada en la calle Moreno Nieto de Madrid y aparcamos el carrito de Miguel en el parking habilitado junto a la entrada. ¿Por dónde empezar? Nos decidimos por Emprende y Dorita, dos personajes salidos del imaginario de La Íntegra Teatro que invitaban a los peques a plasmar en un papel esas cosas que todavía están por inventar. "Yo he pintado unos zapatos con muelles"; "y yo un sombrero de chuches"; "¡Mira, mira, mira! ¡Yo he hecho un tiranosaurio!". Y entre dibujo y dibujo, Emprende y Dorita contaban una historia sobre estrujarse el cerebro y sacarse las ideas que los tenía a todos embelesados.
Entregamos nuestro dibujo y fuimos a posar en un photocall otoñal, con su columpio rústico con sogas y maderos, sus hojas secas repartidas por el suelo, una mariquita gigante y blandita a la que Miguel no quitaba ojo y una súper piruleta que daba un toque de color a la imagen. Pasamos por el astillero de barcos de papel, no sin antes llevarnos al buche un par de sandwiches y unas brochetas de fruta de Do Eat!, la empresa que lleva la cafetería del Campus (y que monta unos caterings de escándalo, qué rico estaba todo).
Como no nos daba la vida para todo, pasamos un poco de puntillas la magia bilingüe de Mr. Pillkington y evitamos la larga cola de los pintacaras de Froggies (una pena, había verdaderas obras de arte entre los presentes). Nos hicimos con unas palomitas y subimos al piso de arriba, a la parte tecnológica.
La pizarra donde habitualmente los 'campusers' dejan sus mensajes y reclamos estaba atestada de casas, extraterrestres, coches y garabatos de mil colores. En esta sala muchos aprendieron a realizar su propio videojuego con Gamesonomy mientras otros hacían las veces de testers. Tuvimos un rato para probar a Zowi, el robot de BQ, y de ver cómo funciona y qué puede hacerse con una impresora 3D gracias a FabLab UE.
Rematamos la faena con el concierto de Pantones, un grupo de ritmos punk, aunque de dulce copla, que mis dos hijos disfrutaron a tope, sobre todo el mayor, al que le dio un subidón de azúcar (o qué se yo) y terminó en el escenario con el trío madrileño.
De esta manera acabamos una jornada agotadora de la que nos fuimos con una bolsa cargada de regalos y que, esperamos, se repita por lo menos una vez al año.
CAMPUS FOR MOMS AND DADS
Google lleva varios años volcado con el ámbito emprendedor, además con cierta sensibilidad hacia las madres recientes que ven cómo se limitan sus movimientos, a expensas del nuevo habitante de la casa y de su alimentación (especialmente si depende de su teta). Esta problemática impulsó el proyecto Campus for Moms, una serie de cursos, charlas, coloquios y mentorización dirigidos a madres recientes o futuras madres con una idea de negocio muy clara, vinculada al mundo tecnológico.
Las dos primeras ediciones se impartieron en Madrid, fuera de los muros del Campus, que aún no estaba en funcionamiento, y fueron muy exclusivas por falta de espacio, principalmente. La tercera edición ha sido la primera establecida en el nuevo emplazamiento. Las charlas, que se celebran el primer martes de cada mes, tienen lugar en el amplio auditorio del Campus, y ya no sólo las madres son sus protagonistas, también los padres tienen su hueco.
Entre las iniciativas impulsadas por este programa están algunas muy conocidas, asociadas al ámbito de la maternidad y el mundo infantil: Club de Malasmadres, Midibu 4U, BePoppins, Mumablue... y la que aquí os escribe, que intenta hacer las menos pellas posibles para saber cómo renovarse en el mundo empresarial.
¿LO ESTOY HACIENDO BIEN, PROFE?
Por cierto, os recuerdo que Cibermadre no hay más que una está nominado en la categoría tecnológica de los premios Madresfera. Así, que no me seáis tacaños y echadme un voto aquí.
viernes, 1 de enero de 2016
Viernes Dando La Nota #8: Killed by death en Año Nuevo
No pensaba escribir ningún Viernes Dando La Nota durante la
época navideña, siguiendo la estela de la mayoría de mis compañeros de recomendación
musical, pero las circunstancias me han empujado a adelantarme a mis
pretensiones.
Hace unos días fallecía una de las grandes figuras del panorama rock
internacional del último siglo: Lemmy Kilmister, líder, fundador y vocalista de
Motörhead.
Desgraciadamente, el mismo día se marchaba también para no
volver una persona de mi entorno. Alguien de poca importancia a nivel
mediático, pero vital para mí, que ha dejado un vacío bastante más profundo en
mi ser y en mi estar habitual que el veterano cantante. Alguien llamado Luis.
Lo más curioso es que sus vidas han sido relativamente
simétricas. Luis no era músico, ni vivió tan al límite como el pequeño Ian Fraser Kilmister. Seguramente hizo menos kilómetros en su vida, y supo ejercer mejor como esposo, padre y, sobre todo, como abuelo. Un fontanero jubilado sencillo frente a una rock star.
Vaya mierda de simetría, estaréis pensando.
Sin embargo, los dos eran unos cascarrabias entrañables y fumadores
empedernidos; ambos han sido unos currantes natos desde su más tierna infancia
y ambos se han pasado media vida renegando de los curas. A uno le gustaba beber
en su justa medida y al otro en su medida justa (más o menos, una botella de
Jack Daniels diaria).
Y, lo más triste,
es que ambos han muerto a los 70 años aquejados de la misma enfermedad.
Sirva este post de homenaje para ambos.
Os deseo un feliz primer VIERNES DANDO LA NOTA de 2016 y un nuevo año próspero y feliz, en el que el cáncer se convierta en un mal menor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)